Otra cosa que nos llamó la atención es que en la escuela aprenden que todos son iguales entre niños y niñas, entre diferentes edades...
Los pensamientos más insignificantes como que la niña coja el color carne y para ella sea el marrón como el color de su piel y para nosotros sea distinto es muy curioso porque realmente nunca nos habíamos dado cuenta de que era una clara diferencia y habíamos supuesto que el color carne era el rosa (por ser el nuestro).
En el corto también se refleja que en la sociedad africana hay una gran diferencia entre la educación que recibieron los padres (que no fueron a la escuela) y los hijos que si van. Esto se ve claro porque la prima de Binta, Soda, quiere ir pero su padre no le deja porque quiere que se ocupe de sus hermanos y de la casa, pero a través de una obra de teatro que realizan los niños del pueblo hacen ver al padre que debería dejarla ir a la escuela para aprender muchas cosas y llegar a ser doctora, científica o cualquier cosa que se proponga.
Todo esto es lo que nos pareció a nosotras el corto de Binta y la gran idea que os pareció a vosotros.
Un saludo de Pralneje y hasta otro día.
El corto de Binta y la gran idea ofrecía muchas perspectivas desde las que reflexionar, muchas de ellas las habéis sabido reflejar muy bien en este trabajo. La sociedad y las diferentes formas de comprender el mundo nos hace ser diferentes y especiales y Binta y su padre lo descubrieron, al igual que vosotras. Buen trabajo.
ResponderEliminarSARA